En clase desarrollamos una trama sobre la premisa de un sacerdote que se enamora de una feligresa. Planifica la evolución de la trama a partir de un desencadenante y escribe la historia.

Hay gente para todo, dicen por ahí. Incluso hay gente convencida de que la tierra es plana y de que la NASA lidera una gran conspiración para que todos creamos que es redonda. Si la tierra es como un disco que flota por el universo, ¿qué hay en el borde? Hay opiniones variadas, pero una posibilidad es que en el borde de la tierra se levante un muro de hielo. Como en "Juego de tronos", pero sin caminantes blancos. Al menos hasta que a alguien se le ocurra que sí hay caminantes blancos.

 

En clase hemos hablado sobre el conflicto y el desencadenante. Dedica unos minutos a pensar en un desencadenante, en el conflicto que provocaría y en el personaje que lo viviría. Recuerda que los tres elementos deben ir de la mano: el desencadenante debe provocar el conflicto de forma inevitable, y el conflicto tiene que estar conectado con la historia y las debilidades del personaje.

 

La de Saramago, que evidenció nuestra necesidad de los demás. La de Sábato, que convertía a los hombres en seres perversos. La que sufrío el mismo Borges, que tuvo que dejar el relato y centrarse en la poesía, más fácil de retener en la memoria.

Escribe sobre la ceguera, literal o metafórica.

 

Según la wikipedia, una serendipia es un descubrimiento o un hallazgo afortunado, valioso e inesperado que se produce de manera accidental, casual o por destino, o cuando se está buscando una cosa distinta. También puede referirse a la habilidad de un sujeto para reconocer que ha hecho un descubrimiento importante aunque no tenga relación con lo que busca. En la historia de la ciencia son frecuentes las serendipias.

 

Continuaremos este ejercicio que hemos iniciado en clase y que está basado en un ejercicio del libro "Escribir narrativa creativa", de Pasqual Mas:

Describe un personaje con caracterización indirecta, utilizando lo que lleva en los bolsillos o en la cartera, qué guarda en la caja de la estantería, qué tipo de zapatos calza, en qué cafetería prefiere entrar, en qué pensaría antes de entrar al quirófano en el que va a ser operado. Imagina cómo es.

La guionista y directora de cortometrajes Elena Escura ha visitado el taller de Onda. Hemos visto su corto "Escala en Madrid" y hemos discutido sobre los personajes y la trama. También sobre libros y películas, sobre cortos y largos. Sobre la importancia que tiene saber escuchar para un director, y sobre su proceso de creación: un cuento (origen de todo) que va creciendo y se convierte en escaleta.

También nos ha hablado de cómo trabaja sus personajes: antes de la historia que vemos en el corto, Elena ha escrito sus biografías, el camino que han recorrido para llegar hasta el inicio del cortometraje y que no se cuenta al espectador. Estas biografías conforman, junto con el cortometraje, el iceberg de la historia; son la parte oculta pero necesaria para sostener lo que se ve.

Elena tiene, como sus historias, algo de iceberg, y hoy nos ha dejado mirar bajo la superficie.

 

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