En la última clase finalizamos la escaleta de nuestra historia, en la que se cierran las dos tramas: la amorosa y la policiaca.

 

Según la RAE, personaje cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos, y también truhán que se ocupa en hacer reír.

El bufón Triboulet trabajó para el rey Francisco I de Francia, quien le hizo rozar la muerte muchas veces. Y es que la costumbre de este monarca renacentista consistía en castigarle con la pena máxima cuando sus bromas, o chistes, habían ido demasiado lejos. Así ocurrió el día en que se atrevió a dar un fuerte cachete en las nalgas de su majestad. Una vez repuesto de su monumental cabreo, el rey ofreció a su bufón perdonarle la vida, a condición de que fuera capaz de causarle una ofensa mayor con su petición de disculpas. Hombre de agudo ingenio y extraordinaria rapidez mental, Triboulet no tardó en contestar: «Perdonadme, mi señor, es que confundí vuestro culo con el de la reina.

Del artículo "la censura a los bufones", por Martín Sacristán.

Un milagro como hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a la intervención sobrenatural de origen divino.

O de origen profano. Cosa rara. Maravillosa. Golpe de azar afortunado. Llamarse una Milagros. O Milagritos.

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